Interesante, para dar respuesta a estas preguntas, se formulan los Objetivos Estratégicos y de estos se desprenden los Objetivos Corporativos. Vaya, todavía estamos en un nivel alto en la estructura organizativa de la empresa, ahora nos toca desglosarlos hasta llegar a los Objetivos Específicos correspondiente a cada unidad organizativa de la empresa.
Creo que es más que evidente la necesaria y correcta alineación entre los tres Objetivos (Estratégicos, Corporativos y Específicos), de no existir esta, estaríamos ante la presencia del Caos y con él, tendríamos un gran despilfarro de tiempo, esfuerzo y dinero, y cuando menos lo esperamos, saldrá de la nada el eminente quiebre de la empresa.
Bien, ¿cómo garantizamos la alineación?, gracias a la experiencia me atrevo a afirmar que la correcta definición de los Objetivos juega un papel crucial y fundamental para que esta se cumpla.
A continuación algunos tips interesantes:
• Como condición sine qua non, debe mostrar la alineación con el Objetivo del nivel superior.
• La definición de todo Objetivo debe, necesariamente comenzar con un verbo en infinitivo (construir, elaborar, trasladar, etc., etc.) indicando la acción principal que se llevará a cabo en su ejecución.
• Prohibido terminantemente, la ambigüedad. Indiferentemente de quien lea su definición, ésta debe mostrar, con claridad, una sola interpretación.
• Debe, obligatoriamente, ser medido (solo se obtiene lo que se mide).
A manera de ejemplo:
Como producto de la obsolescencia de los equipos, se plantea el siguiente Objetivo: “Sustituir, para octubre de este año, el 100% de los equipos obsoletos (entendiéndose por obsoleto, todo equipo que en diciembre de este año, cumpla con su vida útil)”.
Salvatore Tarantino
sIG sistema Integrado de Gestión
http://www.sintegradodegestion.com/